Las opiniones que una persona emite, sólo tienen importancia si le otorgamos un valor. Cuando consideramos a alguien importante, solemos escuchar su opinión y es muy probable que la opinión que escuchamos tenga cierta influencia sobre nosotros. Ya sea que se trate de nuestro padre o madre, de algún pariente cercano, un profesor, un amigo o una celebridad, el peso de su opinión será proporcional a la importancia que le demos en nuestra vida.

Y cuando eso sucede, cuando permitimos que otros emitan una opinión sobre algún aspecto de nuestra vida ¿dejamos que nos afecte? 

No podemos evitar escuchar las opiniones de otros, ya sea que se los permitamos o no, sencillamente porque no tenemos control sobre ellos. Pero sobre lo que sí tenemos control, es sobre la opinión que tenemos de nosotros mismos.

Nosotros somos nuestros más feroces críticos y emitimos las opiniones más crudas sobre nuestra persona. Y debemos de tener cuidado en este aspecto porque, en última instancia, la opinión que emitimos sobre nosotros mismos, es la que mayor importancia tiene.

En este artículo quiero compartir contigo algunas ideas sobre cómo mejorar la opinión que tenemos sobre nosotros mismos.

Valor vs Autoestima

La autoestima suele definirse como la evaluación perceptiva de nosotros mismos. Y en términos más generales, es la opinión que nos hemos formado, y esa opinión está compuesta por nuestras experiencias pasadas, por la fortaleza de nuestras emociones, por los miedos y las inseguridades que adquirimos en el entorno en el que nos desarrollamos, entre otras cosas.

Ahora, debido a la naturaleza intrínsecamente interna de la autoestima, puede resultar difícil y frustrante deconstruir nuestra opinión y formarnos una nueva, solamente con los recursos internos que poseemos. En mi experiencia, resulta más sencillo y rápido, formarnos una nueva opinión sobre nuestra persona utilizando recursos externos como el Valor de Persona.

Como mencionaba al principio, hay personas a las que le otorgamos cierto valor o importancia, y ese valor va a generar cierta influencia en nuestras vidas. Y el valor que le otorgamos, está respaldado por la experiencia, conocimientos o habilidades que la persona posee. Y que sin duda admiramos. 

El valor de algo queda definido por su grado de utilidad, por la satisfacción que es capaz de proporcionar o por el significado que puede llegar a tener. Y he descubierto que, usando esa fórmula, resulta más rápido y productivo cambiar la opinión que tenemos sobre nosotros mismos. Y con base en eso, me atrevo a decir que todas las personas mayores a 20 años, sin excepción alguna, han acumulado cómo mínimo 5 años de conocimientos, experiencias y habilidades, por lo que su valor como persona es sustancial.

Cuando hablamos de autoestima hablamos de algo interno, algo que solo la persona puede sentir y medir. Pero cuando hablamos de valor, hablamos de algo que es visible tanto interna como externamente, cómo por ejemplo los conocimientos o habilidades que hemos desarrollado. Nuestra experiencia sobre algún tema, puede resultar valioso para una gran diversidad de personas. Y además, el valor se acumula.

Cuando reconocemos que tenemos valor como persona y que ese valor es de utilidad para alguien más, nuestra confianza y la opinión sobre nuestra persona crecen. Y claro, nuestra autoestima también lo hace. Tenemos que comenzar a revisar todo nuestro inventario de habilidades y extraer aquellas que consideramos de mayor relevancia o de mayor utilidad para otros.

La opinión más importante que tenemos es la opinión que tenemos de nosotros mismos. Y para fortalecerla debemos de hacer uso de todos los recursos a nuestro alcance, y podemos hacerlo manteniéndonos firmes en nuestras convicciones desarrollando nuestras habilidades, sembrando semillas y viviendo en nuestros valores.

Entonces…

¿cómo construir una opinión sana?

Hay tres componentes que yo utilizo para tener una opinión sana sobre mi en todo momento sin importar mis resultados externos. 

1. Entiende que no existe el fracaso.

Cuando deje de creer en el fracaso, comencé a ver que a mi alrededor había incontables experiencias de las que podía aprender. Mi vida se resume en una frase: si no estoy celebrando, me encuentro aprendiendo.

Y a partir de ese momento mi valor como persona así como la opinión que tengo sobre mi mismo han crecido y me han permitido experimentar una vida más libre y abundante.

No se trata de ganar, se trata de crecer, de ser feliz, de disfrutar lo que te rodea. Y para ello tenemos que eliminar demasiados prejuicios incluyendo la idea de fracaso. 

2. Aprender de todas las experiencias

Vas a fallar y eso es casi una garantía. Cuando se trata de resultados, los buenos deseos y los pensamientos positivos son útiles para mantener el ánimo y la motivación. Pero se requiere experiencia, trabajo duro y conocimientos para conseguir lo que deseas y producir resultados.

Así que, si algo sale mal, solo significa que tienes que esforzarte más, quizá te faltó experiencia o te faltó conocimiento o te faltó trabajo duro, pero estos elementos no tienen nada que ver con tu valor como persona. 

Tienes que reconocer que no posees todas las respuestas y que lo nuevo siempre presenta retos, pero  eso es lo maravilloso de la vida, con nuestras fallas tenemos la oportunidad de aprender, de desarrollar nuevas habilidades, de adquirir nuevos conocimientos y de crecer. Al fallar, solo podemos aumentar nuestro valor como persona, si nos permitimos aprender.

3. Creer en tí

Siempre debes de creer en tí, es fundamental para lograr todo lo que te propongas. Quizá no tengas todas las respuestas o las habilidades necesarias o la experiencia suficiente; pero tienes la habilidad de adquirir y desarrollar todo eso. Tienes la habilidad de crecer y aprender. Tienes la habilidad de adaptarte a las circunstancias. Y mientras te mantengas aprendiendo, podrás conseguir todo lo que desees.

En conclusión

Cambia la perspectiva que tienes sobre ti mismo y comienza a ver tu verdadero valor. Cualquier área que consideres una debilidad representa una oportunidad que puedes desarrollar. Aprende en todo momento, no permitas que la falta de conocimiento o la falta de experiencia sean una limitante en tu camino. Todo en ti es susceptible de mejorar.

Así que espero que a partir de hoy, tengas una mejor opinión sobre ti mismo. Saludos y hasta la próxima.